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    Puente Generacional

    Puente Generacional Por: Victor Fernando Villanueva Abuxapqui  Esta actividad no sólo ayuda a los muchachos a aprender más sobre la iglesia y su historia, sino también construye relaciones fuertes entre generaciones en la iglesia. Pide a los jóvenes que entrevisten a los miembros más antiguos sobre sus memorias de vida en la iglesia. Averigüen cómo cada persona ha contribuido. Graben las entrevistas en cassettes, y tomen fotografías de los jóvenes entrevistando a los miembros más antiguos. Entonces use las entrevistas y fotografías para escribir artículos en el boletín de la Iglesia. Haz un álbum de recortes de la historia de la iglesia. Organiza una fiesta para toda la Iglesia teniendo las fotografías y entrevistas como la atracción principal.

    Eres un Vaso lleno de Gracia

    Eres un Vaso Lleno de Gracia

     Juan Dominguez

    Objetivo: Que el joven comprenda la importancia que tiene como persona y las maravillas tan grandes que Dios hace en él. Material: · Vasos de unisel de acuerdo al número de participantes. · Palos gruesos de madera. · Cinta adhesiva. · Jarra con agua. Desarrollo: Se reparte a cada participante un vaso y un palito además de un tramo de cinta. Se pide que se sienten en círculos y cierren sus ojos, se empieza con una oración de entrega para después entrar en un relato que puede ser, por ejemplo, de un joven que le gusta portarse mal, cae en drogas, alcoholismo, sexo, prostitución, se mencionan todos los pecados en los cuales los jóvenes puedan caer. Se pide que por cada pecado o relato que se asemeje a su vida se le haga un hoyo al vaso. Dando un tiempo razonable se pide que habrán los ojos y que contemplen el vaso se vierte un poco de agua dentro del vaso y se lee la parábola del hijo pródigo. A continuación se les menciona que Dios siempre está allí pase lo que pase no importa la vida que hayan llevado y que Dios también puede librarlos de esos pecados cometidos, se le dice que sellen los agujeros con la cinta adhesiva y se hace una reflexión que así como sellaron los agujeros con la cinta, así Dios sanará sus heridas de pecado y podrán contener la gracia de Dios sin que ésta se menosprecie. Que Dios los bendiga.

    El Amor Todo Lo Cubre

    El Amor Todo Lo Cubre:

     Objetivo: Esta dinámica te ayudara para unir más tu grupo.  Material: 1.- Realiza por computadora unos certificados o reconocimientos deberá tener los siguientes datos: A quien es otorgado. Porque es otorgado La fecha y el lugar de la congregación Firmas de común acuerdo Imagen de un trofeo, medalla, etc. 2.- Marcadores (2), Botes (2), Papel En Cuadritos (según los integrantes de tu grupo)  Desarrollo de la dinámica: 1.- Realiza dos equipos del mismo número cada uno. Ejemplo: Si tienes 20 integrantes realízalo de 10 cada uno. 2.- Entrégale a cada integrante 1 cuadrito de papel, marcador y un bote por equipo e indicarle que ponga su nombre, lo doblen y lo deposite en el bote de su equipo. De igual manera lo realizas con el otro equipo. 3.- Pide a cada grupo que lea el versículo de Proverbios 10:12 y dales un tiempo para que ellos lo mediten, ya que lo mediten pide a cada uno de los integrantes de los dos equipos que te expliquen que quiere decir el versículo o que es lo que entendieron ellos. 4.- Ya que termines de preguntarles, retírales los botes y se los vas a cambiar, el bote del equipo 1 se lo entregas al equipo 2 y el bote del equipo 2 se lo entregas al equipo 1, les pides que cada uno tome un papelito y que no lo lean hasta que tú se lo indiques. 5.- Les entregas los reconocimientos a los dos grupos, y ahora sí les pides que lean su papelito, cuando lo lean coméntales que no tienen que decir quién les toco en el papelito. 6.- Entrégales los marcadores y explícales que en la primera parte es a quien va dirigido el reconocimiento y en el segundo lugar es porque se lo entregar, coméntales que en esta segunda sección debe de ser una cualidad ya que entre ellos solo debe de existir el amor y el amor cubre infinidad de defectos. 7.- Ya cuando terminen de realizar su reconocimiento a la persona que les toco, empieza por un grupo que cada uno pase al frente y nombre la persona que le toco y que en voz alta les comente a todos porque le dio ese reconocimiento. 8.- Trata de que cuando se entregué el reconocimiento se den un abrazo y todos aplaudan para que esto sea mas divertido, ya que terminen realiza lo mismo con el otro grupo para que sean entregados todos lo reconocimientos. 9.- Al final realiza un circulo con el equipo 1 y otro circulo por fuera con el equipo 2 y pide a los integrantes que oren por la persona que les toco entregarle su reconocimiento, ya que terminen que cambien de posición y el equipo 2 entre al centro y el equipo 1 oren por la persona que les tocó entregar su reconocimiento.   10.- Une de nuevo los grupos como estaban y pregunta a cada uno de los integrantes cómo se sintieron al recibir un reconocimiento, ya que terminen todos de explicar su experiencia coméntales que tendrán galardones y que tenemos que esforzarnos para conseguirlos obedeciendo lo que Cristo nos manda en la Biblia. 

    JUAN ANTONIO ROCHA CHAVEZ

    El Abogdo

    El Abogado Personajes: Abogado Juez Acusador Acusada Policía Secretaria  Escenario: Una sala de juzgadoAcción:  

    La sala está vacía cuando se encienden las luces. Entra el policía, y se sienta, entra la secretaria y acomoda su escritorio.

     

    Policía:

    Buenas, joven.

    Secretaria:

    Buenas, caballero.

    Policía:

    Parece ser que hoy será un día tranquilo.

    Secretaria:

    Si usted lo dice.

    Policía:

    Digo yo, a lo mejor será un día bastante cansado.

    Acusador:

    (Entra por la derecha. Se ve muy contento) Buenos días, dama, caballero.

    Policía:

    Veo que esta usted muy contento.

    Acusador.

    ¿Y cómo no lo voy a estar? Hoy es el gran día.

    Secretaria:

    (Extrañada)¿El gran día?.

    Acusador:

    Por supuesto joven, hoy es el día del gran juicio. El honorable juez tendrá a su cargo este juicio (Con fanfarronería) Y yo, claro está, me encargaré de acusar a cada uno de los que por esta sala pasen, para que les caiga todo el peso de la ley

    (Golpea el escritorio y se ríe cínicamente).

    La secretaria y el policía se asustan.

    Secretaria: (Al policía)

    Que hombre más malo.

    Policía:

    ¡Oh! no lo dude usted, a este abogado difícilmente se le van los juicios, todos los gana.

    Secretaria:

    (Mira al acusador)

    Acusador: (Esta en su escritorio acomodando los papeles, y en su rostro tiene una sonrisa, una sonrisa cínica).

    Secretaria: (Mira al policía. Hace un gesto como preguntándose ¿Es verdad?)

    Policía: (Asiente con la cabeza).

    Acusador: (Mira el reloj)

    Vaya (Al policía) Disculpe caballero.

    Policía:

    ¿Sí señor?.

    Acusador:

    ¿No sabe usted cuándo comenzará el juicio?.

    Policía:

    Pues no, nadie acá sabe, es más, yo no sabía que hoy sería el gran juicio.

    Acusador:

    ¿Podría usted preguntarle al Señor juez cuando comenzare- mos este juicio?.

    Policía:

    Sí, con gusto, ya regreso

    (Sale por la izquierda).

    Secretaria: (Con un poco de temor)

    Y ¿Tiene mucho tiempo de estar en este tipo de trabajo?.

    Acusador: (Vuelve a ver a la secretaria)

    ¿Me habla a mí?.

    Secretaria:

    Sí señor.

    Acusador:

    (Entre cínico y orgulloso) Claro joven, son muchos años de estar en estas lides, nunca, oígame usted, nunca he perdido un juicio.

    Secretaria:

    Vaya, es usted muy buen abogado.

    Acusador:

    Por supuesto, soy el mejor, no hay otro como yo, ni lo habrá.

    Secretaria:

    Está usted muy confiado.

    Acusador:

    Por supuesto, (Con orgullo) Creo en mí, soy mi propio dios.

    Policía:

    (Entra de nuevo) Dice el señor juez que el juicio iniciará en el momento que él lo decida.

    Acusador:

    Muchas gracias caballero.

    Policía:

    Ah, y también dijo que no le molestara más.

    (Se dirige hacia la salida de la derecha).

    Acusador:

    Se puede saber a donde se dirige usted caballero.

    Policía:

    (Se vuelve) Le contestaré solo porque soy muy educado, de lo contrario, no me hubiese molestado en perder el tiempo volviéndome a responder. Para su información, me dirijo a las celdas, para traer al primer acusado, según órdenes que me dio el distinguido juez.

    (Sale del escenario).

    Acusador: (Se sienta muy molesto).

    Secretaria: (Se ríe disimuladamente).

    Juez: (Entra por la izquierda)

    Buenos días.

    La secretaria y el acusador se ponen de pie.

    Ambos:

    Buenos días, señor juez

    (Se sientan).

    Juez:

    Bien, comenzaremos con el juicio. Claro está, en el momento que llegue el primer acusado

    (Toma uno de los folders que tiene sobre su mesa y lo revisa).

    Acusador:

    (Saca un folder lleno de papeles. Se ríe cínicamente).

    Secretaria: (Lo mira muy asustada).

    Policía: (Entra con la acusada y la sienta en la silla que está al lado contario de la mesa del acusador).

    Abogado: (Entra acompañando a la acusada. Se sienta en su escritorio, pero no dice nada.

    Juez:

    Bien (leyendo el folder) Ana Lorena Díaz Castro, no es así.

    Acusada:

    Sí señor.

    Juez:

    ¿De que se le acusa?.

    Acusador:

    (Se pone de pie) Se le acusa de varios delitos.

    Juez: (Al acusador)

    Usted hablará cuando se le indique que lo haga.

    Acusador: (Se sienta, muy avergonzado)

    Sí Señor.

    Secretaria: (Se burla disinuladamente del acusador).

    Juez:

    Bueno, procedamos con el juicio. Escucharemos primero la parte acusadora y luego la defensa.

    Abogado:

    (Observa en silencio la acción)

    Acusador:

    (Se pone de pie, muy confiado y con altanería) Gracias señor juez. Bien, veamos, esta mujer ha cometido varios pecados muy graves que requieren ser juzgados con todo el peso de la ley (Abre el expediente) Bien, veamos, para empezar, quiero llamar como primer testigo a la misma acusada.

    Acusada:

    Señor juez….

    Juez:

    Silencio, por favor, proceda a obedecer la solicitud del señor Acusador.

    Acusada:

    (Trizte) Si Señor.

    Acusador:

    (Sonriéndo maliciosamente) Bien, bien. Veamos. Acá están todos los pecados que usted ha cometido. Que tal si hacemos un repaso de cada uno de ellos.

    Acusado:

    Pero señor juez…

    Juez:

    Silencio.

    Abogado:

    (Sigue en silencio y observa detenidamente)

    Acusador:

    Bien, remontémonos a 10 años atrás, usted era una niña de 5 años, y se robó una manzana de la verdurería de don Juan, ajá, después le mintió a su mamá diciéndo que se la habían regalado, ¡Que barbaridad! mentirle a la mamá.

    Acusada:

    Pero señor juez.

    Acusador:

    A los siete años le arrancó la cabeza una muñeca para que le compraran una nueva, engañando al papá, que terrible. A los diez años se pelió con una compañera en la escuela.

    Acusada:

    Pero ella fue la que empezó, ella me empujó, y yo me caí.

    Acusador:

    Sí, pero nada de eso hubiece pasado si no se hubiecen fugado de la escuela.

    Acusado:

    (Inclina su rostro)

    Acusador:

    Bien, a los doce se fue con varios compañeros para la casa de una compañera. (A la acusada) ¿Quiere que expecifique a que fueron, o solo lo dejo así?.

    Acusada:

    (Apenada) No, déjelo así, no vale la pena decirlo.

    Acusador:

    NO creo que no valga la pena, hay algunas bastante interesantes que ustedes hicieron en esa casa y ganas me sobran de mencionaralas.

    Acusada:

    Sí, pero mejor no diga nada, ya bastante ha dicho.

    Acusador:

    Pero si no he terminado, todavía falta más. Por ejemplo, cuando compraron licor a escondidas durante el baile de graduación de la escuela. O en el colegio, las fugas para ir al pool de la esquina, y no precisamente a jugar carambola, bola negra o pool. (Al juez) Bien Señor juez, hay más, pero creo que con esto basta para acusar a la mujer esta de cadena perpetua.

    Juez:

    (A la acusada) Bien, que tiene que decir a su favor.

    Acusada:

    Bueno, creo que no me queda más que declararme…

    Abogado: (Poniéndose de pie)

    Inocente.

    Hay un silencio total.

    Abogado:

    La joven se declara inocente.

    Acusador:

    (Se queda petrificado, asustado, ya no sonríe cínicamente, ahora está nervioso)

    Abogado:

    Ella es inocente, si bien es cierto se le acusa de muchas faltas, pero ella ha pagado por esas faltas, yo mismo me he encargado que su fianza sea pagada, si usted leyó con detenimiento, el expediente dice que esta mujer ha sido absuelta de toda falta, y que el caso es caso cerrado y que nada tiene que estar haciendo este expediente acá.

    Juez:

    Entonces ¿Por qué está este expediente en mi escritorio? ¿Se puede saber quién lo puso?.

    Todos vuelven a ver al acusador.

    Abogado:

    ¿Quién más que este tipo? Solo él, se ha dedicado a engañar, a mentir, robar, su único objetivo es destruir la vida de quienes vienen a esta sala de juicio, su corazón está lleno de odio y maldad. Muchos de los que han pasado por esta sala han sido encarcelados porque no se les dio otra oportunidad.

    Acusador:

    Pero señor juez:

    Juez:

    Silencio, no tiene autorización para hablar (Al abogado) Prosiga.

    Abogado:

    Gracias. Como le decía su señoría, este hombre ha engañado por mucho tiempo a muchos. Es más, si revisa los demás expedientes, se dará usted cuenta que la mayoría de ellos son casos cerrados.

    Juez:

    (Revisa los folders. En su rostro se dibuja un gesto de sorpresa y de indignación) No puede ser, es cierto. (Mirando al acusador) ¿Qué tiene que decir a esto?.

    Acusador: (Nervioso)

    Bueno, este… yo… vea su señoría, es algo muy complicado, quizá si lo vemos desde un punto de vista, donde quizá se junten ambas situaciones, es donde podre- mos encontrar la respuesta, y entonces nos metemos por huequito y nos salimos por otro y yo digo hasta lueguito

    (Toma el portafolio).

    Juez: (Enojado)

    Un momento, usted no va a ningún sitio. Es usted un sinvergüenza, un canalla, lo quiero ver en mi oficina terminado este juicio.

    Acusador: (Asustado)

    Sí señor.

    Juez: (A la acusada)

    Queda usted en libertad joven.

    Acusado: (Feliz)

    Gracias señor juez.

    Juez:

    Y este caso lo doy por cerrado y la corte entra en receso (Al Acusador) Ya sabe, lo espero en mi oficina. (Al policía) Se encarga usted de acompañarlo.

    Policía:

    Se hará como usted ordene su señoría.

    Juez:

    Bien, me retiro.

    Secretaria: (Al acusador)

    Tiene usted razón, no hay nadie como usted, es único, pero mejor que usted, si hay (Y vuelve a ver al Abogado).

    Acusador: (Se enoja)

    Policía:

    Vamos caballero, que el señor juez le está esperando.

    El policía y el Acusador salen por la izquierda,

    la secretaria lo hace por la derecha.

    Acusada: (Al abogado)

    Gracias, si no llega usted a tiempo, quizá ahora estaría de nuevo en la cárcel, gracias, no sabe cuan agradecida estoy, no tengo como pagarle.

    Abogado:

    Tranquila, ya usted me pagó.

    Acusada:

    ¿Cómo? ¿Si yo no le he dado ni un cinco?.

    Abogado:

    El hecho de darme las gracias es mas que suficiente para mí, yo no busco dinero, ni tampoco que me paguen, lo único que busco es la gratitud de aquellos a los cuales he salvado de la cárcel, y que después de ser liberados se dediquen a vivir una nueva vida, dejando la vieja manera de vivir y convirtiéndose en nuevos hombres y mujeres.

    Acusada:

    Nunca había escuchado a alguien hablar de esa forma, en su hablar veo más que simples palabras, veo amor, un amor que en este mundo no se puede encontrar ni comprar.

    Abogado:

    El amor no se compra, ni se vende, tampoco se fabrica, el amor está en el corazón de cada uno de nosotros, solo tenemos que dejar que él florezca, así como se hace con una flor.

    (Toma el portafolio y sale por la derecha)

    Acusada: (Pensativa)

    El amor no se compra ni se vende, tampoco se fabrica, el amor está en el corazón de cada uno de nosotros, solo tenemos que dejar que él florezca, así como se hace con una flor. (Mira hacia la derecha) Hey, espere

    (Sale por la derecha y se apagan las luces)

    Celular Loco

    Celular Loco 

    Lucia Rodriguez Hernandez

    Divide a los jóvenes es dos grupos: el de varones y el de mujeres. Cada uno en una hoja o ficha, escribirá su fecha de nacimiento, con 6 digitos: es decir, si alguien nació el 6 de abril de 1980, escribirá sólo: 060480. Cada grupo deposita su ficha en una caja. Se revuelven y luego los varones tomarán las fichas de las mujeres y viceversa. Se explica que ahora lo que tienen en sus manos es un número de teléfono celular, entonces un varón empieza marcando en voz alta, la dama de quien sea el número, se pone de pie y contesta lo que ella desee: si quiere platicar con él dirá: “bueno, hola, etc” Entonces ahí entablarán la plática. Si no quiere hablar con él, dirá que el número está fuera de servicio, ocupado, etc, dependiendo de la situación. Despues que la primera pareja termina el diálogo, la mujer ahora marcará al numero de celular que ella tiene, y así sucesivamente hasta que todos hablen.
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